La labor de la marca es dejar una huella inconfundible y memorable en la mente de nuestros clientes. Pero esta es mucho más que un logo; es tu voz en el mercado, debes comunicar los beneficios que tu marca brinda; la oportunidad para diferenciarte de la competencia, debes conocerla tanto como a tus consumidores; y tu historia, que si no eres capaz de contarla, entonces nadie va a entenderte.

Actualmente, nos encontramos en un mundo con una gran oferta comercial de productos o servicios similares, por ello, se ha convertido en una prioridad persuadir al cliente para que consuma nuestra marca. De ahí la importancia de llevar a cabo una estrategia de marca adecuada, esta debe:

  • Reflejar concordancia con los valores y ética de la empresa.
  • Hacer ver el producto/servicio como la mejor solución para satisfacer los deseos y necesidades de nuestros clientes.
  • Ser adaptativa, pues competimos en un entorno cambiante en el que todo está conectado.
  • Confirmar nuestra credibilidad.
  • Crear lealtad de usuario.

El poder de la marca también depende de la capacidad de concentración. Debemos definir nuestro mercado objetivo para fortalecer su efectividad.

Sin un marca, nuestros consumidores no podrán identificarlos y entonces, ¿cómo destacaremos de la competencia?